"Cualquier inversión espera un determinado retorno. Una relación en la que se cuela un tercer factor: el riesgo. Su nivel es directamente proporcional al beneficio de la inversión. La premisa es sencilla: a más riesgo, más potencial de ganancia pero, ¿hasta qué punto es aconsejable asumir riesgos para invertir y obtener la máxima rentabilidad? El terreno de la inversión es incierto por lo que es conveniente moverse por él con cautela aunque con la idea de que quien no arriesga, no gana."
Pero ¿existen inversiones con altos rendimientos y bajo riesgo? Sí, al menos es lo que los expertos en inversiones Pim van Vliet y Jan de Koning ponderan en su libro, El pequeño libro de los altos rendimientos con bajo riesgo (Deusto, 2018). Los llaman ‘valores aburridos’, pero son los que la historia ha coronado como los más rentables. Estos holandeses analizaron el comportamiento en el tiempo -desde 1929 hasta 2017- de las acciones más conservadoras y las más arriesgadas del mercado con una sorprendente conclusión. Si en 1929 se hubieran invertido 100 euros en títulos de los considerados ‘aburridos’, hoy se tendría un valor superior a 26 millones de euros, mientras que los valores ‘de riesgo’ sólo habrían dado 780 euros. Este cálculo vuelve a poner de relevancia que no solo el riesgo determina la rentabilidad, sino el criterio, ya que como dijo el sabio financiero Buffett: “El mayor riesgo proviene de no saber lo que se está haciendo”.